Comencemos por hablar de la joyería. Hasta hace algunos años se consideraba joyería aquella pieza que buscaba embellecer el cuello, orejas o brazos, elaborada con metales o piedras preciosas. La joyería contemporánea vino a romper con todo esto y ayudó a ampliar la definición e incorporar todo tipo de materiales, si consultas el trabajo de artistas como Jorge Manilla, Rita Soto, Katie Kameen, Myung Urso, Stefania Sioufa, Hee-ang Kim, por mencionar algunos, podrás ver ejemplos de ello.
Ahora, cuando hablamos de joyería textil, la materia principal empleada es tanto una fibra como un tejido que a través de un concepto y proceso generan una pieza portable. Sería importante mencionar que también podemos encontrar bisutería que recurre a estos materiales, la bisutería tiene un fin únicamente comercial, no tiene un sustento filosófico o gran investigación previa y lo podría definir como un collage de trozos de textil con formas populares, ya te vendrá a la mente el corazón, Frida Kahlo o una calavera rodeada de cuentas de cristal y/o flecos colgando.
¿Cuál es el valor de la joyería textil? Bueno, depende de cuál sea tu motivación de compra, el apoyar a comunidades artesanales, a diseñadores o artistas locales que colaboran con ellos y en conjunto crean algo único y diferente, la historia detrás de los tejidos, los recuerdos que te trae o las relaciones que haces de esta pieza con momentos de tu vida, pero sin duda, te llenará de alegrías y satisfacciones que van más allá de la joyería comercial cuyo valor es efímero.
¿Y tú, qué opinas? Te leo.